En las últimas semanas, las importaciones desde China han experimentado cambios significativos debido a diversas medidas comerciales y tensiones geopolíticas. La Unión Europea ha impuesto aranceles de hasta el 35,3% sobre vehículos eléctricos chinos, argumentando que las subvenciones gubernamentales de China crean una competencia desleal en el mercado europeo.
En respuesta, China ha restringido la exportación de metales clave, como el galio y el germanio, esenciales para la industria tecnológica y de defensa de Estados Unidos.
Además, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado aranceles adicionales del 10% a productos chinos, justificando la medida por preocupaciones relacionadas con el tráfico de drogas y la seguridad nacional.
Estas acciones han generado incertidumbre en el comercio internacional, afectando las cadenas de suministro y provocando fluctuaciones en los mercados globales.
Para empresas como Kanvel, que dependen de las importaciones chinas, es crucial mantenerse informadas sobre estas dinámicas y evaluar estrategias alternativas para mitigar posibles impactos en sus operaciones y costos.